El caniblog
"Aprende a enseñarle"
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jueves, 31 de marzo de 2016
jueves, 17 de marzo de 2016
Solamente cuatro
Y me sorprende que,
cuatro años después sigas emocionándote cuando llegamos a casa como si volviéramos de un largo viaje,
que sigas admirándonos como si fuéramos las mejores personas del mundo,
que sigas perdonándonos nuestros malos humores y nuestras prisas,
que sigas mirándonos como un enamorado que no quiere que se vayan de su lado,
que quieras seguir aprendiendo todos los días,
que continúes queriéndonos agradar y
hacernos reír, como si no hubiese ya confianza suficiente.
Me encanta cuando,
nos traes tu juguete favorito con el culo en pompa para que juguemos contigo,
cuando te sientes orgulloso por venir de excursión con nosotros,
cuando eres feliz en tus paseos rutinarios (porque a ti nunca te lo parecen),
cuando saltas de contento porque te ha caído un manjar,
cuando te giras hacia arriba para que te acariciemos la tripita,
cuando echas tus orejas hacia atrás en son
de paz.
Solo pido que,
sigas con nosotros muchos años en nuestra vida,
que sigamos a la altura que te mereces
y que nunca te arrepientas de habernos encontrado.
martes, 8 de septiembre de 2015
Volvemos en septiembre
Estamos de vuelta con muchas ganas de comenzar varios proyectos. Las vacaciones nos han servido para reflexionar sobre el rumbo que vamos a tomar de cara a esta nueva etapa.
Tenemos planes nuevos, ideas frescas y mucha mucha formación prevista para ser capaces de contemplar las distintas maneras de adiestrar, de educar y de entender.
Tenemos previstos grupos de paseo de cara al otoño y tenemos la ilusión de seguir aprendiendo con nuestros alumnos y profesores.
Prometo empezar muy pronto con nuevas entradas.
Gracias a todos mis peludos y a aquellos/as que me leéis interesados/as.
domingo, 16 de agosto de 2015
¿Conoceis la historia de Maka?
Y soñé que escribía cuentos con perros como protagonistas, algunos reales y otros inventados. Y me imaginé que las historias que contaba se hacían realidad. Y lloré con algunos relatos y me estremecí cuando contaba casos que habían sucedido de verdad. Y con la tranquilidad de los días estivales me decidía a empezar una serie de cuentos para poder materializar finales felices y para sensibilizar sobre hechos verídicos.
Y aquí va el primer cuento "El ángel de Maka", la historia de una perrita que no os dejará indiferentes.
martes, 21 de julio de 2015
Aprende de tu perro, tiene mucho que enseñarte
Hoy 21 de julio de 2015 estoy de aniversario. Hace un añito que nació este blog y que decidí dedicar parte de mi tiempo a los peludos. Durante este año he conocido canes maravillosos, canes con vidas cómodas y otros pobres canes quemando sus cartuchos en perreras.
No es sólo una frase hecha cuando digo que: los que realmente aprendemos somos nosotros de ellos. Nos enseñan cada día los verdaderos valores de la vida, los que realmente son importantes. Y si nos fijáramos más en ellos veríamos que la apariencia o lo superficial no sirven de nada. ¿Por qué insistimos en enseñarles y no en aprender?
He conocido muchos canes, aunque no demasiados, y he conocido muchos dueños/as y tristemente afirmo que la mayoría de los dueños/as, no estamos a la altura de nuestros perros.
Ellos sin embargo dedican su vida a entendernos, a agradarnos, a justificarnos, a querernos, a observarnos. Nos regalan su alma y cuando ya es nuestra les defraudamos. Aunque es aún peor, porque ellos no se sienten NUNCA defraudados, siempre piensan que pueden hacerlo aún mejor para ganarse nuestro afecto y agradarnos.
-¡Sentado, tumbado, junto... pídeme lo que quieras que lo haré para que te sientas orgulloso de mí!
He visto muchos ojos de perros mirando a su "profe de mates" mientras le preguntaban ¿lo estoy haciendo bien? En esos momentos hay algo dentro de mí que se desencaja y les daría un tremendo beso, porque a veces creo que mientras ellos se humanizan, nosotros nos deshumanizamos.
Por favor, no nos olvidemos nunca de divertirnos con nuestros perros, de disfrutar con ellos, de jugar con ellos, de compartir con ellos, de reír y de llorar con ellos. Conviven con nosotros y se esfuerzan 24 horas al día, aprendamos de ellos, aprendamos a observarles y a no pedir nada a cambio.
Mi receta sería: observarles, sentir y dejarnos llevar por ellos.
Estamos tan preocupados en pedirles cosas que no sentimos. De verdad ¡DISFRUTA CON TU PERRO! él y tú lo agradeceréis.
Gracias a todos los peludos que han tenido la amabilidad de enseñarme.
lunes, 22 de junio de 2015
El verano llegó
Ya está aquí el verano y con él los días de calor en los que nos estorba y nos sobra todo. Esos días estivales en los que llegan las ansiadas vacaciones y planificamos entusiasmadamente cómo las vamos a pasar.
Entre los planes de mucha gente está huir hacia la costa: las playas, el sol, los chiringuitos... Y aquí es dónde hay gente sin escrúpulos a la que le sobra todo. Le estorba ese amigo peludo que con tanta fidelidad ha estado a su lado en los mejores y peores momentos. De repente "Toby" que era tan gracioso en Navidad, ya se ha hecho grande y ha pasado a ser un adulto nervioso y activo que nos molesta con sus ladridos y sus tremendas ganas de salir a la calle. Y resulta que ahora vamos a tener que cambiar nuestras vacaciones por él, llevarlo con nosotros, quitándonos sitio para una maleta más, con lo bien que nos vendría y sacándolo a pasear con lo agustito que se está tumbado al sol.
Estas situaciones son las que Pérez Reverte describe a la perfección en su libro "Perros e hijos de perra" y lo cuenta de la mejor manera, como él sólo sabe. Me gustaría escribir aquí un párrafo suyo:
"¿Se acuerdan de aquel anuncio estremecedor, un perro abandonado en mitad de una carretera, bajo la lluvia, sus ojos cansados y tristes, bajo el rótulo: Él nunca lo haría...? Es cierto. Él nunca lo haría, pero buena parte de nosotros sí. Igual usted mismo, respetable lector, acaba de hacerlo. ¿Y sabe lo que le digo? Pues que, de ser así, ójala se le indigeste esa paella por la que van a clavarle veinte mil pesetas en el chiringuito, o se le pinche el flotador del pato y se ahogue, cacho cabrón. Porque ya quisiéramos los humanos tener un ápice de la lealtad y el coraje de esos chuchos de limpio corazón. No recuerdo quién dijo aquello de que cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro; pero es cierto. Al suyo, al mío. A ver si lo dejo claro. A cualquier perro."
domingo, 14 de junio de 2015
Ansiedad por separación (segunda parte)
Vayamos ahora con lo más importante ¿qué podemos hacer para prevenir la ansiedad por separación?. Quizás me extienda un poco, porque al final de cada apartado haré una serie de comentarios que nos ayudarán a entender mejor lo importante de cada uno de los puntos. Léelo cuando tengas un rato tranquilo y no intentes correr, dedícale un poco de tiempo.
1. Cuando el perro está en ese estado de ánimo de excitación, no le acariciamos, ni le hablamos. No interactuamos con él en esos momentos, le ignoramos como si no pasase nada. Es decir:
- Cuando salimos de casa no nos despedimos, no decimos cosas del tipo "te vas a quedar solito, se bueno", "tranquilo enseguida vuelvo", etc.
- Y al regresar hacemos lo mismo, evitamos interactuar con el perro. No le hablamos, ni le acariciamos cuando viene a festejar nuestro regreso, hacemos como si no existiese. Solo le hacemos caso cuando esté totalmente tranquilo (pase el tiempo que pase, 10 minutos, 20 minutos, lo que haga falta) y no esté continuamente siguiéndonos.
Este es uno de los puntos más fáciles de llevar a cabo y sin embargo, el que más nos cuesta entender. Probablemente porque nos sentimos muy halagados cuando vemos el recibimiento que nos hace nuestro perro, como si hubiésemos estado un año fuera de casa. Pero tenemos que llegar a comprender que, aunque a nosotros nos halague, es perjudicial para su salud, quizás así veamos lo importante que es no premiar estos estados de ánimo de excitación. Si yo acaricio a mi perro cuando está ansioso, le estoy diciendo que me gusta que esté así, por ello solo debemos premiar y acariciar cuando esté tranquilo, cuando esté relajado, tumbado y equilibrado, para que entienda que es así como nos gusta que esté.
2. Es importante, no regañarle ni pegarle cuando vemos sus destrozos (objetos rotos, caca, pis, etc) como si no pasase nada. Evitar recoger los
destrozos en su presencia, él entiende que se "reconocen sus
méritos". Esperar que alguien lo distraiga o saque a la calle para
recogerlo.
En este punto cometemos el error de pensar que mi perro destroza las cosas, se mea o se caga, solo para fastidiarme porque he estado fuera de casa. ¡ES UN TERRIBLE ERROR!, los perros no tienen esa faceta de hacer las cosas para fastidiar, eso es propio del ser humano, no te equivoques ellos no son tan retorcidos.
3. Si uno de los síntomas de la ansiedad por separación en nuestro perro es que se queda ladrando en casa y los vecinos ya te han llamado la atención, la solución NO ES COMPRARLE UN COLLAR ANTILADRIDOS al perro. Con esto sólo estamos consiguiendo que no ladre, pero esa ansiedad se va a canalizar por otro lado, con otros síntomas y seguramente el problema se agravará.
IMPORTANTE: Si tu perro ladra cuando sales de casa, ¡no vuelvas a consolarlo! estás reforzando su conducta.
IMPORTANTE: Si tu perro ladra cuando sales de casa, ¡no vuelvas a consolarlo! estás reforzando su conducta.
Para entenderlo en un ejemplo con humanos, sería algo así como que te impidan llorar cuando te encuentras mal. Porque no te dejen exteriorizar tus emociones ¿vas a estar mejor? No, el problema sigue estando ahí, lo que pasa es que me prohiben sacarlo fuera, pero terminaré con una úlcera de estómago o algo peor.
4. Cambiar nuestras rutinas al salir de casa: vestirse y calzarse, coger el abrigo y las llaves, cerrar puertas, etc. todo esto lo hacemos siempre igual, una rutina que él asocia con la próxima soledad y que dispara la ansiedad. Fingir falsas salidas, para que compruebe que esas rutinas no siempre terminan en soledad: vestirnos y calzarnos sin salir, hacer salidas cortas (bajar la basura, o tan solo hasta el ascensor) incluso hacer estas salidas cortas sin cambiarnos la ropa, coger las llaves y abrir y cerrar la puerta sin marcharnos.
4. Cambiar nuestras rutinas al salir de casa: vestirse y calzarse, coger el abrigo y las llaves, cerrar puertas, etc. todo esto lo hacemos siempre igual, una rutina que él asocia con la próxima soledad y que dispara la ansiedad. Fingir falsas salidas, para que compruebe que esas rutinas no siempre terminan en soledad: vestirnos y calzarnos sin salir, hacer salidas cortas (bajar la basura, o tan solo hasta el ascensor) incluso hacer estas salidas cortas sin cambiarnos la ropa, coger las llaves y abrir y cerrar la puerta sin marcharnos.
5. Cuando estamos en casa con él le enseñamos a que aprenda a estar sólo. Si estamos en el salón tranquilamente, le invitamos (no con voz de enfado, ni como un castigo) a que salga de la habitación y se quede en el umbral de la puerta, como una medida para evitar el hiperapego que tiene hacia nosotros. El perro tiene que aprender a estar solo, aunque estemos nosotros en casa.
7. Aumentar los paseos con nuestro perro. Si queremos que se quede tranquilo en casa, ha tenido que quemar sus energías en la calle. Salir a pasear con nuestro perro no es quedarnos parados en un parque y tirarle la pelota repetidas veces (así más que un perro tenemos un recoge pelotas). Hay que llevarle a sitios nuevos, que conozca nuevos olores, que interactúe con otros perros, etc.
8. La ansiedad por separación es un problema que no puede tratarse aisladamente, debemos conocer la vida del perro en su conjunto: sus rutinas, su estado físico, su gestión emocional, etc, para poder trabajar el problema globalmente.
Estas son unas
breves pinceladas sobre la prevención de la ansiedad por separación, espero que os haya gustado. Me encantaría que no tuviera que pasarla ningún perro, la PREVENCIÓN es la mejor solución a los problemas. Y ya sabes, si tu perro tiene alguno de los síntomas que vimos en la primera parte, nunca le quites importancia al asunto. Debes siempre consultar con un profesional canino en los primeros
síntomas. La solución será
más fácil y rápida, y evitaremos problemas más graves incluso la aparición de
otras alteraciones posteriores.
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