Hoy 21 de julio de 2015 estoy de aniversario. Hace un añito que nació este blog y que decidí dedicar parte de mi tiempo a los peludos. Durante este año he conocido canes maravillosos, canes con vidas cómodas y otros pobres canes quemando sus cartuchos en perreras.
No es sólo una frase hecha cuando digo que: los que realmente aprendemos somos nosotros de ellos. Nos enseñan cada día los verdaderos valores de la vida, los que realmente son importantes. Y si nos fijáramos más en ellos veríamos que la apariencia o lo superficial no sirven de nada. ¿Por qué insistimos en enseñarles y no en aprender?
He conocido muchos canes, aunque no demasiados, y he conocido muchos dueños/as y tristemente afirmo que la mayoría de los dueños/as, no estamos a la altura de nuestros perros.
Ellos sin embargo dedican su vida a entendernos, a agradarnos, a justificarnos, a querernos, a observarnos. Nos regalan su alma y cuando ya es nuestra les defraudamos. Aunque es aún peor, porque ellos no se sienten NUNCA defraudados, siempre piensan que pueden hacerlo aún mejor para ganarse nuestro afecto y agradarnos.
-¡Sentado, tumbado, junto... pídeme lo que quieras que lo haré para que te sientas orgulloso de mí!
He visto muchos ojos de perros mirando a su "profe de mates" mientras le preguntaban ¿lo estoy haciendo bien? En esos momentos hay algo dentro de mí que se desencaja y les daría un tremendo beso, porque a veces creo que mientras ellos se humanizan, nosotros nos deshumanizamos.

Mi receta sería: observarles, sentir y dejarnos llevar por ellos.
Estamos tan preocupados en pedirles cosas que no sentimos. De verdad ¡DISFRUTA CON TU PERRO! él y tú lo agradeceréis.
Gracias a todos los peludos que han tenido la amabilidad de enseñarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario