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martes, 23 de diciembre de 2014

¡Felices fiestas!


¡Felices fiestas y nuestros mejores deseos!

jueves, 18 de diciembre de 2014

El miedo.


Una emoción muy unida a la ansiedad es el miedo porque ambas se producen cuando el perro se expone a estímulos o situaciones potencialmente peligrosas para ellos, aunque la ansiedad es el resultado de procesos internos.

Cuando un perro se enfrenta a un estímulo potencialmente peligroso por primera vez, su conducta oscila entre la curiosidad y la tendencia a la fuga hasta que se cerciora de que el estímulo no es peligroso; pero si le forzamos a enfrentarse al estímulo en cuestión, el perro reaccionará con conductas defensivas típicas de la especie, como aplastarse, por ejemplo.

El miedo tiene una función adaptativa porque prepara al perro para enfrentarse a situaciones potencialmente peligrosas. La ausencia total del miedo conduciría inevitablemente a la muerte del animal porque su sistema de alerta no funcionaría e ignoraría cualquier estímulo por peligroso que éste fuera; por lo tanto, el miedo cumple su función y es necesario. Pero el grado de miedo es decisivo; si es demasiado alto, el perro no procesará, se bloqueará o tendrá respuestas extremas y el miedo perderá su funcionalidad adaptativa. Podemos concluir que el miedo es bueno, pero el terror no.

Cada perro tiene un determinado umbral de reacción ante los estímulos del entorno; este umbral de reactividad forma parte del temperamento heredado del perro; si este umbral es muy bajo, es decir si el perro es muy reactivo hacia los estímulos del entorno, entonces hablamos de temperamento miedoso heredado. Pero el grado de reactividad hacia los estímulos del entorno también puede deberse a una falta de socialización adecuada, a un grado muy alto de sensibilidad mental o auditiva, etc. Sea cual sea el caso, el nivel de reactividad está directamente relacionado con el miedo porque los perros muy reactivos están pendientes de todo lo que sucede a su alrededor: orejas replegadas hacia atrás, cola baja... todo su lenguaje corporal indica que están siempre preparados para realizar conductas de evitación y/o escape a la mínima variación del entorno. Estos perros muestran una conducta generalizada muy poco adaptativa porque se asustan de todo, intentan huir ante cualquier estímulo: perros, personas, un cierre de persiana de un comercio, una puerta de garaje que se abre, el camión de la basura, cualquier ruido, etc; sus reacciones son tan extremas que se vuelven incontrolables y esto se convierte en un verdadero problema para sus dueños, que no saben que hacer para que estos perros superen el miedo y se vuelvan más manejables.

Antonio Paramio Miranda

... Continuaremos con el miedo.

viernes, 12 de diciembre de 2014

¿Alguien ha visto a Santa Claus?

Las rutinas

Son muchas las circunstancias en las que un perro puede sentir ansiedad: tormentas, viajar en coche, socialización inadecuada o insuficiente antes de los cuatro meses de edad, etc., pero seguramente la causa principal de la ansiedad en los perros sea la modificación de sus rutinas. 

Cualquier cambio en las rutinas del perro es una potencial causa de ansiedad: una mudanza, cambios en sus horarios de alimentación o paseos, la llegada de un nuevo miembro a la familia, etc., cualquier variación causa incertidumbre y la incertidumbre es la mayor causa de ansiedad para el perro. 

Mucha gente no es consciente de la importancia que tiene establecer unos horarios y rutinas de paseos, alimentación, juego, lugar de descanso, etc., pero es realmente importante que el perro sepa con certeza qué cosas pasan y cuándo van a suceder a lo largo del día; en caso contrario, el perro está continuamente expectante tratando de averiguar cuándo va a comer o cuándo le vamos a sacar a la calle, por ejemplo.


Si, por ejemplo, sacamos al perro cada día a horas distintas, cada vez que nos levantamos de un sillón o pasemos cerca de la puerta de la calle o del lugar donde tenemos su correa, el perro nos seguirá a ver si le asamos esta vez; cada una de las veces que cree que va a salir y esto no sucede, aumenta su frustración y su inquietud. La incertidumbre, unida a la creciente frustración, hace que el perro esté progresivamente más inquieto e intranquilo y; si la situación se prolonga, los síntomas de ansiedad no tardan en aparecer. Cuando esto sucede, el perro se desestabiliza emocionalmente y su comportamiento se ve afectado debido a las sensaciones internas y a las variaciones fisiológicas que se producen; así, es frecuente que como consecuencia el perro se convierta en ladrador crónico o que muestre un problema de energía nerviosa.

(Antonio Paramio Miranda)

lunes, 8 de diciembre de 2014

Continuemos con el estrés y la ansiedad

Que los perros pueden padecer ansiedad no lo duda nadie; de hecho, todos los especialistas en problemas de conducta están de acuerdo en que muchos problemas conductuales se producen debido al estrés y la ansiedad que padece el perro en un momento determinado. 


Es evidente que si un perro se carga de tensión interna, independientemente de la causa, tiene que encontrar la forma de rebajar esa tensión. Así comienzan los problemas causados por la ansiedad por separación; al perro le causa ansiedad y tensión interna quedarse solo y busca la forma de rebajar esa tensión; algunos la rebajan ladrando sin parar, otros rompiendo cosas, otros mordiendo o arañando las paredes, etc. De esta forma, las conductas que consiguen rebajar la ansiedad y la tensión interna del perro se aprenden y conservan en la memoria a largo plazo, porque éste aprende que realizando esa conducta rebaja el grado que sufre de ansiedad y, como consecuencia, se siente progresivamente mejor; por lo tanto, esa conducta pasa a formar parte del repertorio conductual del perro cuando se encuentra con estímulos que le causan ansiedad.

Evidentemente el perro debe buscar la forma de reducir la tensión para disminuir o eliminar la sensación de malestar interna y porque la aceleración del ritmo cardiaco no puede mantenerse durante mucho tiempo; así es como comienzan muchos problemas de conducta como perseguir y morderse la cola, el granuloma por lamedura, morder paredes, etc.

Podemos expresarlo así:

ESTÍMULO O EVENTO--- EMOCIÓN--- SENSACIÓN INTERNA--- SÍNTOMAS---CONDUCTA

Es evidente que ante un estímulo estrenaste, el perro sentirá miedo, aprehensión, ansiedad, etc. Lógicamente las sensaciones internas serán de agobio, desbordamiento, aceleración y malestar y éstas provocan un aumento del ritmo cardiaco, de la tasa respiratoria, etc. En función de todo esto el perro elegirá una conducta destinada a eliminar la ansiedad y todos los factores negativos que padece en ese momento y, como hemos señalado, si la conducta consigue rebajar el grado de ansiedad, el perro recurrirá a ella en otras circunstancias que le generen ansiedad.

Texto extraído de Psicología del aprendizaje y adiestramiento del perro de Antonio Paramio Miranda.


domingo, 30 de noviembre de 2014

¿Cómo afecta el estrés?


Al organismo.
Se liberan hormonas al torrente sanguíneo que a largo plazo provocan alteraciones en el funcionamiento del cuerpo y propensión a ciertas enfermedades (infecciones, problemas de piel, problemas digestivos, otitis...), se detallan en la lista de abajo.

Al comportamiento.
Exagera y acentúa todas las emociones y altera la percepción de la realidad haciendo que el individuo reaccione con más facilidad e intensidad. Aumenta la reactividad.

En resumen, algunos síntomas del estrés y ansiedad:
  • Jadeos fuertes, rápidos y tal vez profundos.
  • Falta de atención y concentración.
  • Almohadillas sudorosas.
  • Bostezar.
  • Hiperactividad.
  • Mayor frecuencia al orinar y defecar.
  • Vómitos y diarrea
  • Estirarse
  • Sacudirse como si acabara de salir del agua
  • Confusión
  • Automutilación
  • Acicalamiento excesivo
  • Dormir demasiado
  • Transtornos cutáneos
  • Transtornos del sistema inmune
  • Sed excesiva
  • Comportamientos compulsivos
  • Hiperreactividad
  • Rigidez
  • Temblor
  • Conductas de desplazamiento
  • Comportamientos de evitación de conflictos sociales

sábado, 29 de noviembre de 2014

El estrés

No podemos hablar de miedo, sin hablar antes de estrés, ambos están estrechamente relacionados. Normalmente cuando nos referimos a que un perro tiene miedo, tenemos que tener en cuenta que el estrés acentúa las reacciones de miedo. 

El estrés se refiere a la respuesta no específica del cuerpo cuando se ve sometido a cualquier tipo de exigencia. Cualquier exigencia biológica o física genera estrés. Sin embargo esa exigencia no tiene porque ser aversiva para que haya estrés. 

El estrés por si sólo no es algo negativo, necesitamos un mínimo de estrés para sobrevivir. 
  • Todos los animales están expuestos a nuevas exigencias cada minuto y los niveles normales de estrés controlados adecuadamente por el animal se llaman estimulación o estrés positivo

  • El estrés puede volverse perjudicial cuando es intenso u ocurre durante un tiempo prolongado y lo llamamos ansiedad o angustia una vez que empieza a privar al cuerpo de los recursos necesarios. El estrés negativo puede también poner en funcionamiento los mecanismos de lucha o de huída y de agresividad. 

En resumen el estrés no se refiere únicamente a algo que provoca ansiedad o miedo. Se refiere a cualquier cosa interna o externa que ejerce algún efecto sobre el animal y requiere su atención. Esto significa que todo es estresante. Algunas cosas son estimulantes, mientras que otras son aversivas y tienden a generar demasiado estrés o a producir un impacto negativo demasiado fuerte sobre el animal.



Fuente: Neuropsicología canina de Dr. James O'Heare.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Perro doméstico

¿Sabias que?


Cachorro de perro crestado de Rhodesia
Fotografía de Douglas Segers

El perro fue probablemente el primer animal en ser domesticado. Y ha acompañado al ser humano durante unos 10.000 años. Algunos científicos afirman que todos los perros, tanto domésticos como salvajes, tienen un antepasado común en el pequeño lobo del sudeste asiático.
Hoy en día, los hombres han cruzado cientos de razas de perros domésticos, algunas de las cuales jamás podrían sobrevivir en libertad. Pese a la gran diversidad de razas, formas y tamaños, todos los perros domésticos, ya sean terranovas o caniches, son miembros de la misma especie:Canis familiaris. Aunque su forma de vida sea doméstica, están emparentados con los lobos, los zorros y los chacales.
Los perros domésticos aún comparten muchos patrones de conducta con sus parientes salvajes. Tanto unos como otros defienden sus territorios y los marcan orinando en árboles, piedras, vallas y otros lugares apropiados. Estas señales informan a otros perros de que ese territorio está ocupado por otro animal.
Muchos perros también entierran huesos o sus juguetes favoritos con la intención de guardarlos para el futuro, del mismo modo que sus parientes salvajes a veces entierran sus presas muertas para asegurarse un banquete más adelante.
Los perros se comunican entre sí de distintas maneras. Una de ellas es dejar rastros de olor, otra son los gestos físicos. La postura corporal, el modo de moverse y la expresión de la cara a menudo expresan mensajes directos. Muchas de estas señales son reconocibles incluso para los humanos, que sabemos que un perro está contento cuando mueve la cola alegremente o que está enfadado o se siente amenazado cuando enseña los dientes. Vocalmente, los perros se comunican mediante una cacofonía de sonidos que incluye ladridos, gruñidos y aullidos.
Pero los perros domésticos no sólo sirven de compañía, muchos también se ganan el sustento trabajando duro. Los perros cuidan rebaños, ayudan a los cazadores, guardan viviendas y realizan tareas policiales y de rescate. Incluso algunos de ellos, especialmente entrenados, sirven de guía a los invidentes; un conmovedor símbolo del antiguo papel del perro como el mejor amigo del hombre.
Texto sacado del National Geographic

sábado, 25 de octubre de 2014

Las señales de calma II


Las señales de calma son señales visuales cuyo objetivo es prevenir conflictos. Suelen utilizarse en varias situaciones:
  • Como ritual de presentación o saludo.
  • Para bajar la tensión de una situación e indicarle a otro individuo que baje la intensidad de sus acciones.
  • Para calmarse uno mismo o en momento de estrés o incomodidad.

Algunas de las señales más frecuentes son:

  • Lamerse el hocico.
  • Bostezar.
  • Desviar la mirada.
  • Girar la cabeza o girar el cuerpo entero.
  • Lamer la boca a otro individuo.
  • Achinar los ojos o pestañear.
  • Reverencia de juego.
  • Oler el suelo o parecer ocupado en otra cosa.

  • Quedarse inmóvil o moverse despacio.
  • Interponerse.
  • Hacer una curva.
  • Sentarse o tumbarse.
  • etc


Pero no todas estas señales nos dicen lo mismo, hay diferentes tipos e intensidades en cada una de ellas. Por ejemplo el bostezo es una señal bastante intensa, podemos asemejarla a cuando nosotros hablamos a gritos. 


Tu perro puede bostezar cuando entra en la clínica veterinaria, cuando hay riñas o disputas en la familia, cuando lo sujetas con fuerza o con una correa muy corta, cuando un niño se acerca para acariciarlo y en otras muchas situaciones. Puede utilizarlo cuando se siente inseguro, algo temeroso, estresado, preocupado o cuando quiere calmarse un poco.

Los perros son animales visuales y utilizan todas estas señales para comunicarse, aunque no es de la única manera en que lo hacen. Para ellos el lenguaje sonoro es un complemento a la comunicación visual, nosotros sin embargo nos comunicamos verbalmente y necesitamos hablar para entendernos.

Así pues, el individuo equilibrado es el que hace las señales de calma, comunica sus necesidades y las de los demás. Pero también las señales de calma connotan algo de inquietud y de preocupación. Cuando un perro nos da señales de calma es porque necesita que la tensión baje o porque le preocupa algo. Esto es algo que deberíamos de tener en cuenta y entender.

La capacidad de un perro de gestionar esa situación es importante. Un perro con poco autocontrol reaccionará enseguida. Según vamos avanzando hacia el conflicto el individuo va perdiendo autocontrol y aumentando la tensión.

domingo, 19 de octubre de 2014

El lenguaje de los perros- Las señales de calma


Nos basaremos en este libro para hablar de las señales de calma. Es un libro de fácil lectura y que os recomiendo que lo tengáis en vuestra biblioteca.

Se han escrito muchas cosas sobre los perros y sobre su comunicación, pero Turid Rugaas, la autora de este libro, escribe en un lenguaje muy sencillo, directo y sin tecnicismos. Su lectura nos ayudará a disfrutar de la relación con los perros y a cambiar el modo en que nos comunicamos con nuestro animal de compañía.

La siguiente cita muestra la esencia de la teoría de las señales de calma de Turid Rugaas.


"Los perros, como animales de manada que son, tienen un lenguaje para comunicarse entre ellos. En general, el lenguaje canino consiste en una gran variedad de señales utilizando cuerpo, región facial, orejas, cola, sonidos, movimientos y expresiones. Esta habilidad innata de los perros para comprender y realizar estas señales desaparece o se refuerza en sus experiencias a lo largo de sus vidas. Si estudiamos las señales que realizan los perros entre si y las aplicamos nosotros, aumentamos nuestra capacidad para comunicarnos con nuestros perros. Las señales caninas más notorias son las señales de calma, que utilizan para mantener una jerarquía social estable y para resolver los conflictos  dentro de la manada. Estas son habilidades que, cuando las aplicamos en nuestra interacción con los perros, resultan enormemente beneficiosas para la relación. Los perros tienen la habilidad de apaciguarse entre sí cuando afrontan una situación traumática (situación de miedo o estrenaste) y también para calmarse unos a otros. Consideremos, por ejemplo, la forma en que se presentan a otros. Los perros que se muestran temerosos en un encuentro "social" pueden comunicar diversas sensaciones como: "Sé que aquí eres el líder y no voy a darte problemas". Además, el líder puede también querer comunicarle que no tiene intención de crear problemas. "No te preocupes, yo soy el jefe aquí y no tengo intención de hacerte daño". Los perros que no utilizan las señales apropiadas pueden ser los causantes de problemas."

domingo, 12 de octubre de 2014

viernes, 26 de septiembre de 2014

SOS correas extensibles

Estas correas suelen ser frecuentes entre los dueños de perros, sin embargo son bastante incómodas y peligrosas. A continuación vamos a ver varias razones de por qué no utilizar las correas extensibles.




  • La gente que las utiliza considera que en realidad es como si el perro no fuese atado, sin embargo controlar 3 metros de correa extensible no es nada sencillo y puede provocar más de un accidente. Si el perro tiene que ir atado que vaya y en los espacios en los que pueda ir libre lo soltaremos. No existen términos medios en este tema.
  • Otro motivo por el que se utilizan estas correas, suele ser porque el perro no hace caso a la llamada. Si esto es así, estamos enmascarando un problema al que no le hemos dado solución (ver la importancia de la llamada en este blog). Para la llamada en cachorros se aconseja utilizar una cuerda de muchos metros y en pocas semanas el perro debe poder andar con una correa normal. 
  • O porque no soy capaz de controlar a mi perro suelto. Tampoco lo estamos controlando con estas correas. Si está extendida es un peligro, si se nos escapa de las manos también y si falla el sistema de bloqueo podemos tener un disgusto. No sería el primer caso de perro atropellado mientras espera en un semáforo porque el dueño se ha confiado. En estos casos es preferible utilizar una correa larga con mosquetones.
  • Otro razonamiento que suele darse para utilizar estas correas es que el perro tira mucho con una correa normal, sin embargo con las correas extensibles estamos fomentando que lo haga. Si el problema es que tira, será necesario enseñar al perro a ir atado con correa y que no se adelante, para ello emplearemos una correa no extensible.
Ya hemos visto que en realidad estas correas sirven para bien poco, o casi nada.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Obligaciones del propietario de un perro

La Ley dice que el propietario de un animal es su responsable en todos los sentidos, incluso de sus actos y de las consecuencias que estos puedan acarrear.




Hay que cumplir muchas obligaciones para atender al perro de manera correcta, algunas de ellas como:
  • El compromiso moral de cuidarle hasta el final de su vida.
  • Un perro necesita un alimento de calidad para poder desarrollarse de manera correcta de acuerdo a su naturaleza y especie. El animal necesita un cobijo adecuado donde resguardarse de las inclemencias climatológicas.
  • Cumplir las obligaciones legales que derivan de su tenencia: identificarle con microchip y censarle en el ayuntamiento.
  • Ofrecerle la atención sanitaria que precise cuando está enfermo, que también implica un programa preventivo de cara a conseguir una correcta calidad de vida para el animal. Es decir, seguir el calendario de vacunaciones y desparasitaciones que plantee y supervise el veterinario con el fin de garantizar la salud del perro.
  • Con respecto al resto de los ciudadanos, la Ley recoge la obligación de velar por la seguridad de otras personas o animales y evitar molestias a terceros. Es por ello que es obligatorio que el perro esté sujeto con la correa por la vía pública. En este sentido, mantener libre de excrementos la vía pública también es responsabilidad del propietario del animal. De hecho las leyes de carácter municipal prevén en este sentido multas para las personas que no lo hagan. Y es que, del civismo de los propietarios de animales con respecto a la recogida de excrementos, depende la imagen que se ofrece de las personas que conviven con perros.
  • Las leyes de cada comunidad autónoma española especifican las obligaciones del propietario con respecto al animal en cuanto a: cuidados sanitarios, prohibición de malos tratos o abandonos y la obligación general de una tenencia responsable. Si no se cumplen estas obligaciones, el propietario puede ser sancionado.
  • En el caso de que una persona tenga más de cuatro perros a su cargo, la ley estipula que deberá solicitarse el permiso para declararse como núcleo zoológico. Esto implica cumplir determinados requisitos como: tener unas condiciones higiénico-sanitarias adecuadas y un alojamiento apropiado para los animales, así como la atención sanitaria que precisen.
  • El abandono de animales es ilegal por lo que el infractor puede ser sancionado. Por lo tanto si una persona es testigo del abandono de un animal, tiene la obligación de denunciarlo. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

Prevención de la ansiedad por separación



Lo mejor que podemos hacer es prevenir este problema antes de que se desarrolle.

  • Es muy importante conseguir que el perro no esté excesivamente apegado a sus dueños, para lo cual es conveniente acostumbrarle a quedarse solo. Es aconsejable hacer salidas graduales.
  • Cuando nos marchamos de casa no debemos decirle nada al perro, sobre todo cuando nos ha estado siguiendo durante los preparativos a nuestra salida y notamos que está ansioso o triste. Siempre que notamos a nuestro perro que está nervioso o alterado por algo, comentemos el error de intentar calmarle acariciándole, consiguiendo así el efecto contrario. El perro debe notar que a su dueño no le preocupa esa situación y así conseguiremos que él también se despreocupe.



  • A nuestro regreso a casa no realizaremos saludos efusivos e ignoraremos al perro hasta que se haya calmado, una vez que esté tranquilo le llamaremos y le diremos que se siente y entonces le saludaremos. Esto también es útil para evitar que moleste a las visitas, evitando así que salte encima de la gente, ya que esta es una mala costumbre. 
  • Es importante acondicionarle al perro un lugar exclusivo para él donde aprenda a sentirse seguro. Con sus juguetes, su sitio donde dormir y donde nadie le moleste. Se le podría dar un juguete especial, para que se mantenga entretenido hasta nuestro regreso. Es recomendable que ese juguete especial se pueda morder o rellenar de comida, existen muchos juguetes interactivos en el mercado que conseguirán mantenerlo distraído. Se aconseja dosificarle los juguetes y no sacarlos todos a la vez, porque conseguirán que pierda el interés por ellos. Si cada semana le sacamos un juguete que teníamos guardado, cuando lo vuelva a ver le hará la misma ilusión que si fuera nuevo.
  • Basar la relación con el dueño a través del control en obediencia, fomentando la relación a través de las órdenes, nos ayudará a mejorar determinadas situaciones como conseguir aumentar el control sobre la orden de quieto hasta poder dejarle solo fuera de nuestra vista y en otra habitación.
  • No se debe permitir que el perro obtenga la atención con exigencia. Cuando el perro se acostumbra a conseguir lo que quiere ladrando, gimoteando o empujando es más probable que esté ansioso cuando esté solo y no pueda conseguir atención social. Los dueños pueden prestar al perro la atención que desean, pero siempre según su criterio y no por exigencia del animal.

La ansiedad por separación es un problema molesto y grave, cuando un perro ladra durante horas hasta que regresa su dueño, con la crispación que puede suponer esto para los vecinos. Sin embargo cuando la modificación de conducta se hace correctamente es uno de los problemas de comportamiento que mejor se resuelve.



viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Qué es la ansiedad por separación?

La ansiedad por separación es un problema de conducta muy frecuente en los perros. En varios estudios publicados sobre este tema se habla de que afecta a un 15% de la población canina, siendo los cachorros los más comunes. Los casos de ansiedad por separación son los más frecuentados entre los adiestradores caninos.

¿Os suena esta imagen?

El problema se presenta cuando el perro se queda solo en casa y comienza a destrozar todos los objetos que se encuentra a su paso: desde el sofá, las puertas, las alfombras, las paredes, los muebles, etc (no confundamos esta conducta con la tendencia destructiva de los cachorros). 

Pero también le puede dar por aullar, ladrar, gemir, llorar, orinar, defecar, vomitar, etc. Normalmente el perro con ansiedad por separación muestra siempre la misma rutina cuando se va su dueño de casa: le sigue por toda la casa mostrándose nervioso y se queda deprimido cuando este cierra la puerta. Al llegar el dueño otra vez a su casa, el perro le recibe con muestras de alegría desmesurada saltando sobre él y ladrando. 

Los síntomas pueden aparecer tanto cuando la persona sale de casa o cuando el perro está separado físicamente de los dueños (por ejemplo si encuentra encerrado en una habitación). Por otro lado, la cantidad de tiempo que pueden estar solos sin que los síntomas se manifiesten es variable dependiendo de la gravedad del caso. En casos extremos de ansiedad por separación el perro no puede estar solo más de un cuarto de hora antes de que le entre el pánico. 

El perro tiene mayor riesgo de desarrollar ansiedad por separación cuando ha pasado largos periodos de tiempo con una persona y de repente se queda solo en casa. En esta entrada de blog vamos a hablar de la prevención de este problema y donde tenemos que empezar a trabajar es cuando el perro o cachorro llega a casa. 

Un error que cometemos muy frecuente es adquirir el perro o cachorro en periodos vacacionales (o fines de semana) y dedicarle las 24 horas al día. Imaginaos como se siente el perro cuando llega el lunes y empezamos nuestra rutina diaria con nuestros horarios laborales, el perro pasa a quedarse solo en casa la mayor parte del tiempo.

Para prevenir este problema de conducta tenemos que evitar que el perro esté excesivamente apegado a sus dueños, ya que se vuelve completamente dependiente de nosotros. Comenzaremos por acostumbrarlo a quedarse solo físicamente, es decir que aunque estemos nosotros en casa él pueda estar en otra habitación diferente. Por ejemplo, cuando estemos en el salón le pediremos que vaya a su habitación y le enseñamos regularmente a salir: primero hasta la puerta, luego hasta el descansillo y así hasta que consiga estar solo periodos más largos en su habitación. Es cierto que al principio nos hace mucha gracia que el perro nos siga a todas partes, incluido el cuarto de baño, pero lo único que estamos consiguiendo es alimentar esa dependencia obsesiva hacia nosotros, que no tardará en manifestarse en algún tipo de problema de conducta.

Seguiremos en otra entrada con más medidas preventivas.

viernes, 15 de agosto de 2014

La llamada II

Para realizar el siguiente ejercicio necesitarás la ayuda de otra persona.
Busca una zona de trabajo que sea alargada y evita que haya elementos distractores para tu perro. Una vez allí, pedirás a la otra persona que se coloque en un extremo con tu perro atado con su correa y collar.
Tú te colocarás en el otro extremo y llamarás a tu perro con entusiasmo, tienes que captar totalmente su atención y animar al can para que acuda a tu lado. Mientras tanto tu ayudante no hablará ni distraerá al perro. Cuando el perro acuda en tu dirección , tu ayudante soltará la correa y le dejará que vaya hacia ti.

Si el perro intenta pararse o acudir en otra dirección que no sea la correcta, tendrás que centrar su atención en ti y reforzar la llamada con palmadas, moviendo las manos suavemente, etc. Hay perros que acuden mejor cuando te agachas y les llamas desde su mismo nivel. Hagas los movimientos que hagas, recuerda que tiene que ser algo agradable, no le asustes, ni resultes amenazador.
Una vez que el perro haya llegado donde ti, prémialo con entusiasmo: con la voz (ej. ¡muy bien!)  con caricias, con comida, con cualquier cosa que sepas que le gusta, independientemente de lo que haya tardado en llegar.
Puedes repetir el ejercicio todas las veces que quieras, siempre premiando cuando llegue a ti. Recuerda que es importante que las sesiones de trabajo sean cortas para que el perro no se aburra, sobretodo cuando trabajamos con cacharros, y termina siempre las sesiones cuando haya realizado correctamente el ejercicio para que tenga ilusión por repetirlo otro día.
Una vez que tu perro haya aprendido correctamente el ejercicio, puedes comenzar a realizarlo sin tu ayudante y sin correa, en el mismo lugar de trabajo.
Para este ejercicio y para los posteriores, ten en cuenta que cuando el perro está aprendiendo algo no debes regañarle nunca porque lo haya hecho mal, así solo conseguirás que se frustre, volviendo al perro reactivo.
  • Importante. Durante la fase de aprendizaje, si hay que corregir algo que está realizando mal le diremos un “no informativo”, el tono de voz en este caso será algo así como eh-eh, que vendría a ser un ¡así no! .
  • Mientras que cuando hemos confirmado que conoce perfectamente una orden y lo hace mal, (no es el caso en estas primeras fases) le diremos un “no punitivo“ es un tono de voz diferente, sería algo así como un NOOO, que vendría a ser ¡eso está mal!. Recuerda nunca en la fase de aprendizaje.

Poco a poco puedes introducir nuevas distracciones en el entorno. Si ves que el perro sigue respondiendo adecuadamente aumentarás las distracciones (cambiar el entorno, etc.) y espaciando los premios poco a poco. Si tu perro comete algún error, en ningún momento deberás reñirlo, solo vuelves un paso atrás en su adiestramiento y vas más despacio.
Este ejercicio no es difícil, sólo necesitas un poco de paciencia. 


lunes, 11 de agosto de 2014

La importancia de la llamada

Una de las cosas más importantes en el adiestramiento de nuestro perro es que éste acuda en cuanto lo llames. Quien no ha visto a dueños correr detrás de su perro, repitiendo constantemente su nombre. Este es uno de los errores más comunes, si haces esto el perro pensará que estás jugando y no estará entendiendo la orden. Es importante también no repetir varias veces su nombre, ni llamarle con tono de enfado, ya que de esta forma no querrá acudir sabiendo que le espera una reprimenda.

  • Lo primero que hay que hacer es decidir de qué manera le vas a dar la orden al perro para que acuda. Lo más común es decir el nombre del perro seguido de "ven" o "ven aquí". Puedes elegir la manera que más te guste, incluso con un silbido o lo que consideres. Una vez elegido esto tienes que ser consecuente y llamarle siempre de la misma manera.

  • Lo segundo es elegir un premio para el perro que le guste: trozos de salchicha, algún juguete, etc. Y a ponerlo en práctica, le vas llamando desde distancias cortas y cuando acuda le premias. Realizar esto varias veces a lo largo del día y procurar que no haya nada alrededor que le pueda desconcentrar. 


De esta manera confirmaras la orden de la llamada, enseñándole que debe venir a tí y que cuando lo haga siempre habrá algo agradable esperándole. Esto es lo más importante porque uno de los errores más comunes es llamarle sólo cuando ha hecho algo mal y quieres regañarle o también llamarle únicamente cuando quieres atarle con la correa. Conviene ir cambiando de premio para que no asocie una cosa en concreto al ejercicio (comida, juguetes, caricias, etc).




Cuando estes seguro de que el perro ya conoce perfectamente la orden y la ha identificado con la acción que debe realizar, entonces podrás pasar al siguiente nivel.


viernes, 1 de agosto de 2014

Convivencia

Importancia de la aplicación de pautas naturales a la convivencia.

Cuando el cachorro llega a casa a las 10 semanas debemos facilitar su adaptación a esta y considerarnos continuadores lógicos del trabajo de la madre. 

Primero debemos dedicar unos días a tener contacto con el cachorro para ganarnos su aceptación, éste debe incluirnos en su grupo social. Una vez que el perro muestra afecto por nosotros, busca nuestro contacto y se alegra con nuestra presencia, entonces podemos empezar a establecernos como su guía. 


Es fundamental corregir al cachorro cuando no respeta los límites sociales, sin embargo no debemos reprenderle por no aprender acciones concretas tales como sentarse, andar al paso, etc. 

Los castigos deben ser inteligibles por el cachorro y proporcionados, es decir aplicados con una intensidad que no inhiba el aprendizaje por la aparición de estrés. NUNCA LE PEGAREMOS, ni golpearemos, ni le daremos fuertes tirones con el collar o la correa. En esta etapa es fundamental no reducir la capacidad exploratoria del cachorro y su confianza en sí mismo, ya que ambas cosas van a marcar el carácter de nuestro perro.

Si el cachorro explora sitios prohibidos o potencialmente peligrosos debemos cogerlo (sin castigarle) y llevarle a la zona donde hayamos determinado que puede estar, pero no castigarlo, ni reprenderle por explorar. Es importante también no caer en la sobreprotección que también mermará las capacidades del cachorro, para ello solo debemos apartarle de peligros reales.

(Extraído del libro Adiestramiento canino cognitivo-emocional  de C. A. López García)

miércoles, 30 de julio de 2014

Llámalo por su nombre

Lo primero que tienes que enseñarle al perro es su nombre. Este paso es muy importante y necesario, ya que de esta forma captarás la atención de tu perro solo con llamarle. Es alucinante comprobar como cuando dices el nombre de tu perro se gira y te mira fijamente esperando que le des una instrucción. 
  
Enseñándole su nombre:
El proceso es muy simple. Consiste en llamar a tu perro, marcar la acción y premiarlo. En un sitio tranquilo llámalo por su nombre cuando no te esté mirando. Asegúrate de que no haya más que medio metro entre vosotros. En el momento que te mire y justo entonces marca la acción. Puede hacerse exclamando “¡Bien!” 



Asegúrate de premiar la acción. Nada funciona mejor que unos premios o chucherías para perros. El tamaño de la chuchería depende del tamaño del perro. Normalmente un trocito pequeño es suficiente. Después de que tu perro esté respondiendo cada vez, puedes aumentar el nivel de distracción. Por ejemplo, que pase alguien de la familia al lado del perro justo cuando lo llamas. 

No utilices el nombre de tu perro todo el tiempo o se convertirá en redundante. Si lo usas y te mira, siempre debe ser procedido por algún premio. Además, el nombre de tu perro nunca debe ser usado para algo negativo. La tendencia es llamar al perro si ha hecho algo malo. Si Blaky muerde el cojín, el dueño exclama “¡Blaky!” y le arranca el cojín, el perro pensará que algo malo procede su nombre y no le hará caso cuando lo llame. ¿Por qué hacerlo si su nombre significa que algo malo va a suceder? Lo único que el perro necesita saber es que cuando dices esa palabra—su nombre—y él te mira, suceden cosas maravillosas.