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viernes, 5 de septiembre de 2014

¿Qué es la ansiedad por separación?

La ansiedad por separación es un problema de conducta muy frecuente en los perros. En varios estudios publicados sobre este tema se habla de que afecta a un 15% de la población canina, siendo los cachorros los más comunes. Los casos de ansiedad por separación son los más frecuentados entre los adiestradores caninos.

¿Os suena esta imagen?

El problema se presenta cuando el perro se queda solo en casa y comienza a destrozar todos los objetos que se encuentra a su paso: desde el sofá, las puertas, las alfombras, las paredes, los muebles, etc (no confundamos esta conducta con la tendencia destructiva de los cachorros). 

Pero también le puede dar por aullar, ladrar, gemir, llorar, orinar, defecar, vomitar, etc. Normalmente el perro con ansiedad por separación muestra siempre la misma rutina cuando se va su dueño de casa: le sigue por toda la casa mostrándose nervioso y se queda deprimido cuando este cierra la puerta. Al llegar el dueño otra vez a su casa, el perro le recibe con muestras de alegría desmesurada saltando sobre él y ladrando. 

Los síntomas pueden aparecer tanto cuando la persona sale de casa o cuando el perro está separado físicamente de los dueños (por ejemplo si encuentra encerrado en una habitación). Por otro lado, la cantidad de tiempo que pueden estar solos sin que los síntomas se manifiesten es variable dependiendo de la gravedad del caso. En casos extremos de ansiedad por separación el perro no puede estar solo más de un cuarto de hora antes de que le entre el pánico. 

El perro tiene mayor riesgo de desarrollar ansiedad por separación cuando ha pasado largos periodos de tiempo con una persona y de repente se queda solo en casa. En esta entrada de blog vamos a hablar de la prevención de este problema y donde tenemos que empezar a trabajar es cuando el perro o cachorro llega a casa. 

Un error que cometemos muy frecuente es adquirir el perro o cachorro en periodos vacacionales (o fines de semana) y dedicarle las 24 horas al día. Imaginaos como se siente el perro cuando llega el lunes y empezamos nuestra rutina diaria con nuestros horarios laborales, el perro pasa a quedarse solo en casa la mayor parte del tiempo.

Para prevenir este problema de conducta tenemos que evitar que el perro esté excesivamente apegado a sus dueños, ya que se vuelve completamente dependiente de nosotros. Comenzaremos por acostumbrarlo a quedarse solo físicamente, es decir que aunque estemos nosotros en casa él pueda estar en otra habitación diferente. Por ejemplo, cuando estemos en el salón le pediremos que vaya a su habitación y le enseñamos regularmente a salir: primero hasta la puerta, luego hasta el descansillo y así hasta que consiga estar solo periodos más largos en su habitación. Es cierto que al principio nos hace mucha gracia que el perro nos siga a todas partes, incluido el cuarto de baño, pero lo único que estamos consiguiendo es alimentar esa dependencia obsesiva hacia nosotros, que no tardará en manifestarse en algún tipo de problema de conducta.

Seguiremos en otra entrada con más medidas preventivas.

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