Umbral de expresión o respuesta

3. Umbral de expresión o respuesta 

Este tercer rasgo del carácter del perro es fundamental para el adiestramiento, es el umbral de respuesta que, el perro que vamos a entrenar, presenta respecto al estímulo que le vamos a presentar. 

El umbral de respuesta se refiere a la rapidez e intensidad con que el perro responde a un estímulo determinado.

Así pues diremos que un perro tiene un umbral de reacción bajo respecto al estímulo que se le presenta, cuando su reacción es muy rápida. Pongamos un ejemplo, si un perro nada más ver al figurante (hombre de ataque) con la manga, tiene una reacción rápida, contundente, intensa y agresiva hacia él, diremos que tiene un umbral de reacción bajo respecto a los estímulos que se refieren a la defensa.

En principio que un perro tenga un umbral de respuesta alto o bajo, no quiere decir que sea ni mejor, ni peor, siempre y cuando la reacción ante el estímulo sea adecuada en cualquiera de los dos casos. Además podemos reducir este grado de respuesta de forma que el perro reaccione de forma casi instantánea (siempre y cuando su temperamento y coraje nos lo permitan). Por otra parte, sabemos que los impulsos vienen determinados genéticamente, por lo tanto no podemos crearlos, pero sí manipularlos para que el perro adecue su reacción frente al estímulo de forma que esta sea lo más óptima posible.

La gran diferencia la marca el temperamento: si el perro tiene un buen temperamento, aunque su  umbral de respuesta no sea óptimo, siempre podemos modificarlo para buscar un grado de respuesta equilibrado y  adecuado.

Lo más importante respecto al umbral de respuesta es que lo trabajemos desde que el perro es cachorro. Debemos analizar el cachorro cuidadosamente y establecer un "diagnóstico" sobre sus umbrales de respuesta frente a los estímulos más importantes respecto a la tarea a la que vamos a destinar al perro: presa, defensa, cobro... A partir de aquí comenzaremos a maximizar la energía que el perro emplea en sus respuestas de forma que éstas sean lo más intensas posibles, pero siempre equilibradas y bajo control.